lunes, 12 de marzo de 2012

Ser mujer hoy

Hace un tiempo me planteo qué es lo "correcto" como mujer. Como ejemplo para otras mujeres, más chiquitas, diferentes. Como pares y como contrarias en situaciones cotidianas. Con mirada crítica y palabras de apoyo.
Comer todo lo que me gusta? Cuidarme? Maquillarme cuando tengo ganas? Estar siempre natural? Ponerme la ropa que me gusta o sólo la que me queda bien? Y si la que me queda bien es vieja? Y si lo que está de moda me repugna?



Por casualidad me topé con el blog de Sonia Sanchez http://cualestuputaesquina.blogspot.com/
Aviso que es FUERTE. Fuerte porque duele leer el dolor ajeno, sentirlo propio. Hay relatos que dan ganas de llorar, te generan un nudo en la garganta, en el pecho, en los ovarios. Te cierran completamente a todo y te hacen plantearte qué hacés, como mujer e individuo parte de ésta sociedad, para que la vida sea más justa. No sólo para vos, para TODOS.
Entonces me imagino que ser gorda porque me gusta comer, mi genética me predispone y la verdad no quiero ponerme a llorar porque tenía muchas ganas de hacer algo y me lo prohibo para que desde afuera me digan "ah, qué flaquita estás, qué linda!" no es algo malo.
Me imagino que no dejarme boludear por un tipo X que cree que por ser varón ya sabe más que yo, entiende mejor y todas sus opiniones son mejores y de mayor contenido, tambien es justicia.

Sacar un papelito publicitando prostitución en un "privado" es una reacción. 
Yo no quiero que haya mujeres que digan "no me queda otra". No quiero que haya mujeres que crean que es más importante tener alguien que te la meta que ser feliz. Me fastidia esa facción femenina que opina que mejor estar con alguien, porque "nos da miedo estar solas".

NO. Yo no soy todo eso que plantean. Si un día quiero perfumarme, lo hago. Pero no es una imposición. Otro día quiero ponerme una remera, una calza y no peinarme, y lo hago. Por qué mostrarnos siempre hermosas y perfectas, aún cuando no tenemos ánimos de estar hermosas y no queremos ser perfectas?
Yo no soy de esas que se cuidan para agradarle al novio, porque si no el novio se va. Si tu pareja te deja porque engordaste, entonces era un boludo o boluda.
No podemos ser rehenes de la sociedad de consumo, de las frustraciones familiares, del lugar en el que nos ponen otras mujeres, del miedo ajeno. Qué es eso? Qué es eso de señalar a la mujer que se realiza un aborto? Qué es eso de señalar a la madre que no puede estar con su hijo? Qué es eso de señalar a la mujer que no puede parir? Qué es eso de señalar a la gorda por gorda, a la negra por negra, a la fea por fea, y así hasta el final de los tiempos y de la gente...
Eso de que siempre tenemos que emocionarnos. O que debemos ser fuertes, porque somos los pilares. Todas esas cosas inconclusas, sin sentido, que nos tiran por la cabeza para que las atajemos. Y abajo de todo, muy abajo, muy al fondo, lo que somos, acallado por tantas voces que gritan lo que debemos y no debemos ser, en función de nuestro tiempo histórico, nivel social, educación, etc.



Ser mujer hoy es ULTRA jodido. Porque si sos madre, ah, fuiste madre. Porque si no tenés pareja, ah, no tenés pareja estable. Porque si sabés hacer los quehaceres del hogar, ah, sos casi una esclava. Porque si no sabés ni prender una hornalla, ah, qué poca mujer.
Qué desastre, la verdad. Tener que poner en las estanterias de nuestra mente cada ítem para lograr tener un espacio acomodado, para poder seguir sumandole elementos positivos a nuestras vidas. Que nuestro caos coordinado se resuma en "a ésta le vino" o "se nota que no te la ponen".



A veces siento a todo el mundo muy pequeño y muy básico y me da muchísima pena. Quiero llorar porque me imagino el futuro que le espera a mi hija y me dan ganas de gritar que el mundo está perdido y tirarme por un barranco. Pero si nosotros no empezamos a REBELARNOS y REVELARNOS, a ser diferentes para ser tal cual somos, a mostrarnos con imperfecciones y con aciertos, con errores y con inseguridades, con fortaleza - que nos sobra- y tambien a veces débiles porque todo esto nos afecta.


Imagino que leer el blog de Sonia probablemente les haga plantearse muchas cosas, en profundidad. No es sólo una crítica a la sociedad que prostituye desde nuestras ideas hasta nuestro cuerpo: es una mirada real y personal acerca de lo que nos rodea, algo cierto, tangible, que duele como debe dolerle a un bebé respirar por primera vez.
Pero despues todos aprendemos a respirar, y todos seguimos viviendo. Y todas deberíamos poder seguir y ser y hacer sin aflojar en concesiones estúpidas o en mandatos añejos.

Es nuestro momento, porque vivimos ahora.

viernes, 27 de enero de 2012

Mundos diferentes

Vivo en medio de mundos diferentes.
Por un lado, trabajo por mi cuenta, con mis tiempos, desde mi casa la mayoría de las veces. Por otro lado, trabajo en la noche, y muchas veces me invitan o debo ir a eventos nocturnos en donde forzosamente tengo que contactarme con gente que poco tiene que ver conmigo.



Quisiera decir que soy una mezcla de ambas cosas, pero no es así. Sinceramente, soy más parecida a alguien tranquilo que ocasionalmente tiene la oportunidad de pasar música, algo que me hace muy feliz, pero que me obliga a codearme con aquellos que yo denomino "posers".


Ok, ya hablamos de ellos. Pero quiero contar algo desde otro lado.
Ayer fui a la presentación de Kekanto Argentina, invitada por Marina Ponzi. Llegué tarde a La Fábrica del Taco y la gente ya estaba agrupada, charlando, comiendo y bebiendo en un patio mexicanísimo y muy bonito. Me es difícil hablar con quienes no conozco, así que saludé a Marina y me puse a twittear dónde estaba y demás. Reconocí a un par de personas que sigo en esa red social, pero claro que no me animé a hablarles.



Qué linda es La Fábrica del Taco!


En un rato de estar ahí, se me acercó gente y realmente la pasé muy bien. Descontando que la mayoría ya se conocía de otros empleos, vivencias comunes y demás. Me sentí fuera de lugar un par de veces, pero me reafirmé en la idea de que debía estar ahí por muchas razones (laborales, principalmente). Disfruté esa hora y media, y partí con alegria a le Bar a ver a *Terribles Enfants, la segunda banda de mi macho.


El evento en su apogeo

Entrar en Le Bar fue como un golpe de aire caliente cuando salís de un lugar acondicionado. El ambiente y el local son lindos, lo que me fastidió es LA GENTE. "La gente" como las chicas que hablaban de sambar en el baño, que se miraban la ropa una y otra vez, los jovenes cool que tomaban tragos caros pero usan remeras del Ejército de Salvación, los músicos cancheros que va al baño a esnifar talento en polvo y no agradecen.  Ese tipo de gente que no te mira, que cuando pasás por al lado tenés que hablar en voz muy alta porque para ellos no existís. Si no sos igual, o estilísticamente superior, directamente no te registran.
Es tanta la mediocridad que se respira en un lugar en el que sólo se aparenta, pero jamás se es, que salí bastante aliviada de ahí. No estar adentro era genial. Es más, ni la puerta zafaba, no estar en el radio cercano de esas personas me pareció sano.
Lo recatable de la noche fue, con seguridad, el recital poderoso de los Enfants con Pax como bajista invitada, donde tanto Juan como Seba mostraron lo que valían y nos dejaron pidiendo más. La próxima queremos bis!!!

Con todo esto que me pasó, me planteé algunas preguntas: cuántas personas nos dicen que el mundo laboral es malo y feo? Que cuando trabajamos perdemos algo de nosotros? Pero qué hay de individual y único en ver repetidos los mismos vestidos, los mismos peinados y las mismas miradas vacías en una noche apócrifa? Y qué tiene de malo hacer realmente lo que te gusta y disfrutar en compañía de gente que acciona de la misma manera?

Finalmente, desde cuándo poder hacer lo tuyo es menos que parecer que sos algo o alguien?