lunes, 3 de octubre de 2011

El poder de la palabra

Las cosas dichas son efímeras, pero poderosas. La opinión se forma con tantos pixeles de la realidad, la experiencia y la propia idea que se tiene sobre un tema en particular, que muchas veces se nos pierde de vista lo complejo que es decir "esto me gusta". Por qué nos gusta eso y no otra cosa? Dónde se funde el presente con el pasado, los mensajes externos con la apreciación personal, lo interno con lo absoluto del afuera?
Yo creo que hay divisiones en esto de la opinión: el que habla por hablar sin saber demasiado y sin darle importancia al que dirán y el que habla sintiendo que su opinión es irrefutable y que todos los demás son seres ínfimos que le deben rendir pleitesía. Tambien está quien busca lo que decir, para que no sea sólo una fachada de supuesto conocimiento. El contenido, en estos casos, es lo que hay que valorar, porque es tan sencillo decir que cuando algo tiene sentido realmente asombra.
Se repite tanto el formato "yo hablo, total!" que agota. Y entre tanto de lo mismo, hay que hacerse un espacio para poder definir qué se dice, cómo se dice y porqué se dice. 
Des éste espacio sostenemos el contenido, pero tambien la forma en que se lo expresa. Es todo parte de la comunicación, cuándo llegará el día en el que realmente nos conectemos con lo somos?

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