viernes, 4 de noviembre de 2011

Estuve ahí


Uno de mis lugares en la web es geeks.ar, una página en Facebook que creó Diego, y bancamos desde el día 0 Cristina y yo. 

Gracias a geeks.ar pude conocer a mucha gente y contactarme con personas de todas las edades y situaciones. Es lindo compartir algunas cosas, pero más que nada, poder ver que tu realidad puede ser similar a otras, o que tu realidad no tiene nada que ver con otras. Tanta variedad de humanos y a veces nos quedamos pensando, sintiendo completamente solos y aislados...



El miau ya no hace falta
En definitiva, hoy Agustín linkeó en el muro de geeks el último post de Hyperbole and a Half, un gran blog hecho por una mujer. Y cuando digo "gran" me refiero a GRAN. Allie Brosh es una genia que te puede decir las cosas más obvias con una visión que es lo menos obvio del mundo.
El post  en cuestión es éste: http://hyperboleandahalf.blogspot.com/2011/10/adventures-in-depression.html (aviso que está en inglés, si bien sencillo y coloquial, en una de esas se necesita un Google Translate para seguirle la onda).

No pude más que sentirme muy identificada con Allie. Todos, en algún momento, estuvimos ahí. Más o menos tiempo, más veces que otros, pero sí. De todo el espectro colorido y monstruosamente variado del que somos parte, no sé si podemos encontrar un sólo matiz que diga "no, yo siempre fui feliz".
Hasta hace poco estuve en esa movida bizarra de sentirme muy mal y no ver más que un futuro de tristeza y bajoncio por donde fuera. Hasta mis intentos de salir de esa situación  me hacían sentir más fracasada y angustiada, lo que vuelve muy difícil "salir". Más que nada, porque estamos inmersos en una sociedad resultista cuyo fin es que haya más aptos adelante (puede significar gente muy inteligente y capaz o gente con plata, o gente con merca, según) y que el resto de nosotros, a los que nos cuesta un poquito más, perezcamos en la más concreta miseria personal. La pobreza de espíritu es mucho más complicada de manejar que la económica, y cuando te ponés mal, tu espíritu vale lo que un caramelo Media Hora que cayó al piso y fue masticado por un perro cualquiera dela calle, esos que tienen un poquito de sarna y cara de pocos amigos.

Y me di cuenta de algo. A veces la sensación de que nada está bien y todo se va al demonio es nuestra, no fomentada por nadie más que por nosotros mismos. Y los únicos que, en un momento, tenemos que ponernos un límite somos nosotros tambien. Es muy loco que unos cuantos gramos de cerebro nos pongan de una u otra manera, que las reacciones químicas bizarras de nuestros cuerpos disparen las más diabólicas ideas y nos conviertan en entes tan tristes que no podemos hacer más que seguir tristes.
La onda es que tengo un genial corte de pelo y ganas de hacer cosas, lo que me impide abiertamente ponerme mal. Hasta que las cosas ya no te importan tanto todo te duele. Despues de eso, viene la liberación.
Así que se puede salir de Ciudad Depresión en el monoriel de lasuperación personal. Ese tipo de logros te hace sentir tan superhumano que de acá, a la capa y los comics de acción.

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