Por eso imagino que la realidad no es como la plantea el mundo, sino que es un señor con anteojos. De esos grises y enojones, que se la pasan señalando lo que hace el otro, pero no hacen nada. Entonces, activar es lo mismo que mandarse una macana, a nivel de travesura o de escaparse de tu casa cuando te dijeron que no salgas. Esa onda, de hacer algo que no está del todo mal pero que tampoco está 100% bien y te deja con la pregunta de si lo hacés o no. Y hay alguien que te dice "no, eso no se hace..." o "no, vos no podés".
Por eso, de ahora en más y cuando quiera hacer algo que nunca antes hice o quiero repetir una receta que funcionó, pensaré en ese señor con anteojos. Pero tambien pensaré en mí, que soy (casi) una señora con anteojos, y listo. Cancelamos porque menos por menos es más.
Cómo te imaginás que será tu realidad impuesta?
No hay comentarios:
Publicar un comentario